Diciembre de 1843.
Henry Cole estaba bastante atareado por esas fechas.
A su trabajo como funcionario sumaba horas y horas tratando de poner "algo de belleza" a los productos seriados que la incipiente industrialización colocaba en el mercado, por lo que apenas tenía tiempo que dedicar a su familia y amistades.
Su agobio crecía por días ya que la Navidad se le echaba encima y sabía que le iba a ser prácticamente imposible felicitarla, por lo que se le ocurrió encargar a su amigo John Callcott Horsley que pintara en una tarjetita una escena navideña deseando Felices Fiestas y un feliz Año Nuevo.
Acto seguido, Cole hizo varias copias en una imprenta y las envió a sus allegados.
Había nacido el Christmas o Tarjeta de Felicitación navideña, que por cierto últimamente está desapareciendo con las nuevas tecnologías.
