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28 de mayo de 2013

Ota Benga, la atracción del Zoo


Zoológico del Bronx



8 de Septiembre de 1906.
El Zoológico del Bronx estrena atracción: un nuevo inquilino viene a sumarse a la "Casa de los Monos" junto a los demás primates, solo que esta vez tiene nombre e incluso apellido.

Se trata de Ota Benga, un pigmeo del Congo Belga adquirido a un tratante de esclavos por el aventurero Samuel P. Vermer en uno de sus viajes por el continente africano.
Tras limarle los dientes para que tuviera un aspecto más fiero, al bueno de Ota le dieron un arco, unas flechas, le pusieron un taparrabos y lo soltaron entre los monos, con bastante éxito por cierto entre los visitantes que en tropel acudían tarde tras tarde para ver para esta curiosa "exhibición".
Afortunadamente pronto hubo voces discordantes, quejas, protestas... y nuestro pigmeo abandonó el Zoológico del Bronx con destino a Virginia, donde debería integrarse en el estilo de vida americano.

Pero no pudo ser; Ota no terminaba de adaptarse a este nuevo mundo que ahora parecía querer acogerlo.
Aunque acudía con regularidad a un Colegio e incluso encontró trabajo en una tabacalera, en marzo de 1916, a la edad de 32 años, destrozó de un balazo su corazón tras bailar una danza ritual similar a las que vería hacer a sus padres en los bosques ecuatoriales de su infancia, ahora tan lejanos...
Ota no quería vivir en un mundo que no era el suyo.


27 de mayo de 2013

La Monja Alférez


Francisco Pacheco


Año 1630.
Francisco Pacheco, uno de los pintores más reconocidos del momento y suegro de don Diego Velézquez, acaba de finalizar su última obra, el retrato de una señora muy poco agraciada que durante unos días ha posado en su taller vestida con ropas masculinas y gesto serio.
Desde la calle se escucha el murmullo de los curiosos que se arremolinan en la puerta: todos quieren ver salir a la insólita "modelo", una auténtica celebridad de la época, nada más y nada menos que Catalina de Erauso, "la monja alférez".


Rebelde con causa, su padre la ingresó con sólo 5 años en el convento de San Sebastián el Antiguo, en la ciudad del mismo nombre, del que escapó a los 15 tras pelearse con una monja días antes de tomar los votos.
Disfrazada de hombre, Catalina huyó a Andalucía, donde trabajaría de paje hasta que se alistó a la Flota de Indias, pasando así al continente americano.
Allí tiene una turbulenta vida como soldado, viéndose envuelta en numerosas trifulcas que muchas veces terminaron incluso en asesinatos, lo que le genera problemas y proporciona fama a partes iguales, sobre todo cuando se descubre su verdadera identidad femenina, convirtiéndose rápidamente en uno de los personajes más famosos del momento.

De vuelta a España en 1624, Catalina marcha hacia la Corte, a Madrid, donde el rey Felipe IV le otorga una pensión de 800 escudos.
Pero no ha conseguido lo que estaba buscando, y así decide seguir hasta Roma, donde la recibe el papa Urbano VIII, que impresionado por las historias y razones que expone la monja alférez le concede licencia para seguir vistiendo ropa masculina y, sobre todo, hacer uso de esa condición, en el que podríamos considerar uno de los primeros y quizás únicos casos de la historia en que la Iglesia ha permitido la transexualidad.
Contenta, Catalina regresa a América en 1630 llamándose Antonio, aunque antes pasará por Sevilla, donde es inmortalizada por los pinceles de Francisco Pacheco.
Al fin en el continente americano, se establecerá en Veracruz, México, donde muere a mediados de siglo después de pasar sus últimos años trabajando como comerciante.


24 de mayo de 2013

A la caza del lobo...


extinción del lobo de Tasmania


Año 1869.
El señor Weaber posa de perfil vestido con sus mejores galas y junto a su inseparable rifle: va a ser inmortalizado por el fotógrafo Victor Prout.
Frente a él cuelga muerto un curioso animal parecido a un perro con unas características rayas negras que recorren todo su lomo. 
Es un lobo de Tasmania, una especie prehistórica de carnívoros marsupiales que por esa época se había extinguido en el resto del mundo, quedando sólo una pequeña colonia en esa isla oceánica.
Para su desgracia, los colonos australianos le atribuyeron fama de gran cazador de gallinas y ovejas, por lo que las autoridades ofrecieron recompensas a los que lograran capturarlos. A 1 libra esterlina se pagaría el animal adulto, 10 chelines por los cachorros.
En poco más de 20 años (entre 1888 y 1909) se cobraron 2.184 libras, desapareciendo prácticamente la especie.

El último lobo de Tasmania, "Benjamín", fue capturado vivo en Florentine Valley en 1933, siendo trasladado al zoológico de Hobart
Apenas tres años después, el 7 de septiembre de 1936, moriría de frío: sus cuidadores habían olvidado abrir la puerta de su casetilla para que se refugiara durante la noche
El lobo de Tasmania había desaparecido para siempre.


23 de mayo de 2013

El Niágara congelado


Ice Bridge


Año 1848.
Un grupo de curiosos, armados de valor, se acercan al borde de un inmenso precipicio de hielo.
Se trata de las cataratas del Niágara completamente congeladas por las gélidas temperaturas que ese año había alcanzado el invierno.
Posiblemente estos atrevidos espectadores se lo habrían pensado dos veces de haber sabido que sólo estaba congelada la capa más superficial, mientras el agua seguía corriendo bajo el hielo, un fenómeno conocido como "ice bridge"


22 de mayo de 2013

El desastre del Hindenburg


Nueva Jersey

6 de mayo de 1937.
Envuelto en llamas, el dirigible Hindenburg se precipita al vacío con 95 personas en su interior, de las que fallecerían 35.
El zeppelin alemán, considerado aún la mayor aeronave de la historia (tenía el tamaño de 3 Boeing 747), acababa de atravesar el Atlántico y se disponía a aterrizar en Nueva Jersey cuando una tormenta de electricidad estática, el llamado fuego de San Telmo, provocó una serie de reacciones que lo hicieron arder rápidamente. 
Se cuenta que en sólo 40 segundos quedó totalmente calcinado, terminando de esa forma no sólo la historia del Hindenburg, sino el uso comercial de los dirigibles.


La Cima del Everest


Tenzing Norgay

29 de Mayo de 1953.
Abrigado hasta el último poro de su piel debido a las bajísimas temperaturas y al fuerte viento, Tenzing Norgay, un sherpa de origen tibetano, es fotografiado por el aventurero neozelandés Edmund Hillary justo en el momento en que corona un rocoso promontorio nevado.
Por primera vez en la historia se acaba de alcanzar la cima del Everest, el techo del planeta.



El Abrazo del Alma


Ricardo Alfieri


Buenos Aires, 25 de Junio de 1978.
Ante más de 70.000 espectadores, la selección de Argentina gana en la prórroga el Mundial de Fútbol a la Holanda de Johan Neeskens.
Tras el pitido final la alegría desborda a los futbolistas argentinos, y el portero Ubaldo Fillol se funde en un emocionado abrazo con el defensa Tarantini.
Entonces un hombre sin brazos acude a abrazarlos, algo imposible, momento captado por el fotógrafo Ricardo Alfieri y que fue considerado el abrazo de toda la nación hacia sus héroes


Dinero de juguete


Inflación, dinero de juguete

Año 1923.
Alemania está inmersa en una descomunal crisis económica, con una inflación tan enorme y desorbitada que el dinero había dejado de tener valor.
Se cuenta que la gente llevaba carretillas con auténticas fortunas para hacer la compra, llegando a imprimirse billetes de cientos de millones de marcos que una vez puestos en el mercado apenas servían para nada.
Únicamente los niños parecieron sacar partido a esta hiperinflación usando el dinero para sus juegos.

21 de mayo de 2013

La Ventana de Le Gras


Primera Fotografía de la Historia

Año 1826.
Joseph Nicéphore Niépce, un rico e inquieto terrateniente francés, apoya una cámara oscura en la ventana del tercer piso de su casa de campo de Le Gras, en Saint-Loup-de Varennes.
Enfocando una hoja de 20x25 cm tratada con betún de judea durante más de ocho horas, consigue captar la calle y los edificios que tenía ante sus propios ojos.
Estamos ante la primera fotografía conservada de la historia